sábado, 5 de marzo de 2011

TUS ZONAS ERRÓNEAS - fragmentos regalados

Una vez una amiga mía me regaló una serie de frases extraídas de un libro que se llama ¨TUS ZONAS ERRÓNEAS¨, escrito por un tal Wayne Dyer, las mismas apuntadas por haberlas sentido útiles para ella (para mi amiga). Ella las copió del libro a su cuaderno y de su cuaderno a unas hojitas, las que me regaló con la intención de que, así como a ella le sirvieron, también me sirvan a mi.
Sus frases (suyas por haberlas elegido) me sirvieron para mi propia vida, pero más me sirven para recordárselas a ella, cada vez que se ve enredada en una complicada maraña de situaciones sesudas y complicadas.
Estas hojitas pertenecen a una carpeta que me armé, a la que acudo cada vez que necesito palabras de aliento, donde guardo frases bellas y dibujitos regalados por niños, y todo lo que me recuerdan el por qué de seguir ¨acá¨. La titulé ¨Alivia tu corazón!¨.


Hoy comparto estas frases con ustedes, con el mismo propósito con el que me llegaron: que les sirvan a ustedes, tanto como a nosotras, o más.











Nunca lograrás tu propia realización si persistes en dejarte controlar por fuerzas externas.

Echar la culpa a los demás es una artimaña muy práctica cuando no quieres asumir la responsabilidad de algo que pasa en tu propia vida. Todo tipo de culpabilización es una pérdida de tiempo.

El culto al héroe es una forma de autorrepudio. Hace que los otros sean más importantes que tu.

Darte el crédito de lo que haces y asumir su responsabilidad, representa dar el primer paso para eliminar esta zona errónea. Se tú mismo tu propio héroe.

Decide que toda la infelicidad que escojas será el resultado de tu propio esfuerzo y de tu propio comportamiento, y nunca el resultado de las acciones de otra persona.

La justicia no existe. Es un concepto mitológico. El comportamiento autofrustrante no es la exigencia de justicia, sino la inmovilización que puede generar esa realidad sin justicia. La injusticia es una constante en la vida pero puedes negarte a quedar inmovilizado emocionalmente por ello.

¨El hombre sabio es aquel que vive actuando, no pensando en actuar, ni pensando en lo que pasará cuando haya terminado de actuar... Él sabe que nada es más importante que ninguna otra cosa. Así pues, el hombre sabio suda y resopla y si uno lo observa es igual a cualquier otro hombre; excepto que él controla la locura de su vida. Ya que nada es más importante que ninguna otra cosa, el hombre sabio, el hombre de conocimiento, escoge cualquier acto, y actúa como si le importara.¨ El control que tiene sobre su locura le impulsa a decir que su actuación importa y actúa como si importara; y sin embargo sabe que no es así, de modo que cuando cumple con sus actos, se retira en paz; y el hecho de que sus actos hayan sido buenos o malos, hayan resultado o no, no es causa que le preocupe.

La injusticia no es lo que cuenta, sino lo que tu haces al respecto.

Las palabras ¨quizás¨, ¨espero¨ y ¨deseo¨ se usan como razonamientos para no hacer nada en el presente. Al postergar para un momento futuro lo que quisieras hacer ahora, te entregas al escapismo, a la autoduda, y lo que es peor aún, al autoengaño.

Otra frase que puede lograr mantenerte inerte en tus momentos presentes: ¨Esperaré y mejorarán las cosas.¨ Las cosas no se solucionan nunca solas. Se quedan como están, como mucho cambian, pero no mejoran. Las cosas en sí, no mejoran nunca solas.

La postergación es el arte de estar al día con el ayer y de evitar el hoy.

¨No digas cosas. Lo que eres deslumbra sobre ti mientras lo haces y atrona con tal fuerza que no puedes oír lo que dejas en su contra¨. Emerson.

El aburrimiento implica la incapacidad para usar el momento presente en actividades que te ayuden a realizarte. El aburrimiento implica una opción, es una elección. El no hacer nada conduce al aburrimiento. ¨El hombre que se deja aburrir es aún más despreciable que el aburrido¨. Samuel Butler.

El único que te impide hacer cosas eres tu mismo y las opciones neuróticas que has elegido porque no crees que eres tan fuerte como lo eres en realidad.

Si quieres que el mundo cambie, no te limites a lamentarte. Haz algo. Sé un hacedor, no una persona que únicamente desea, espera o critica. Es mucho más fácil hablar de cómo actúa otra persona que ser la que en realidad actúa.

En cualquier relación humana en la cual dos personas se convierten en una, el resultado siempre será dos medias personas.

Los sentimientos no son simples emociones que te suceden, son reacciones que eliges tener. Eres tu el responsable de lo que sientes, sientes lo que piensas.

La felicidad es la condición natural de la persona. Hacerte cargo de ti mismo implica la decisión de ser feliz y de enjuiciar y destruir todos y cada uno de los pensamientos que te producen una infelicidad autoinmovilista.

Vales demasiado para que te dejes perturbar por otra persona, especialmente si esa persona tiene poca importancia en tu vida.

Se trata de la capacidad de elegir la felicidad; o por lo menos de no elegir la infelicidad. De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean agradables y estimulantes.

Evitar la inmovilidad. Cuando consideres tu potencial para escoger la felicidad ten presente la palabra inmovilización como el indicador de las emociones negativas.

Vivir el momento presente. El ahora es todo lo que hay; el futuro es simplemente otro momento presente para ser vivido cuando llegue. Desconéctate del pasado que ya no existe. La evasión del presente conduce a la idealización del futuro.

La necesidad más sana como motivación es el crecimiento y desarrollo. La inmovilización es una decisión de anticrecimiento.

Tu eres quien determina lo que vale sin dar explicaciones a nadie. Mientras más feliz te haces a ti mismo, más inteligente eres. Si te subestimas es porque te comparas con otros. Tu eres tan inteligente como quieres.

Cada vez que te rebajas a ti mismo disminuyes tu oportunidad de amar.

La gente que funciona plenamente no protesta jamás. La protesta o la queja son el refugio de la gente que desconfía de si misma.

El amor a uno mismo quiere decir que te amas y no exiges el amor de los demás. Es suficiente contar con la aceptación interna.

Es más fácil, o menos arriesgado, echarte que tratar de levantarte. La única prueba verdadera de vida es el crecimiento.

Al compararte con otra persona e imaginarte que eres menos querida haces que otros sean más importantes que tu.

Con la práctica y la costumbre de amarte a ti mismo, cualquier circunstancia que antes te daba celos funcionará de manera inversa. Creerás tanto en ti mismo que no necesitarás ni aceptación ni el amor de los demás para sentir que vales. Un día entero pasado encerrado es un voto de hostilidad hacia tu persona.

La necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: ¨Lo que tú pienses de mi es más importante que la opinión que tengo de mi mismo¨.

Lo que la gente piensa no puede tener ningún efecto sobre ti al menos que tu permitas que lo tenga.

Saber que, digas lo que digas, pienses lo que pienses o hagas lo que hagas, habrá alguien que no esté de acuerdo contigo, es la mayor manera de salir del túnel de la desesperación.

No existe algo que se pueda llamar naturaleza humana. Tu eres el producto de la suma total de tus elecciones. Lo mejor para la tristeza es aprender algo. Es lo único que no falla nunca.

A lo largo de la vida las dos emociones más inútiles son la culpabilidad y la preocupación. Son los grandes despilfarros. La culpabilidad quiere decir que pierdes tu momento presente al estar inmovilizado a causa de un comportamiento pasado; mientras que la preocupación es el mecanismo que te mantiene inmovilizado ahora por algo que está en el futuro y que no tienes ningún control sobre él. Ambas sirven el mismo propósito inútil de mantenerte quieto o inmóvil en el presente.

No es la experiencia de hoy la que vuelve loco a los hombres. Es el remordimiento de algo que sucedió ayer y el miedo a lo que pueda traer mañana.

Hay dos días en la semana que no me preocupan. Dos días mantenidos religiosamente libres de miedo y temores. Uno es ayer y otro es mañana.

Todo está relacionado con la importancia que le des a tus problemas.

No hay culpabilidad, por más grande que sea, que pueda resolver un solo problema.

La culpa no es una manera natural de comportarse. Es una relación emocional aprendida que solo puede ser usada si la víctima le muestra al explotador que es vulnerable a ella.

La preocupación es muy útil para justificar ciertos comportamientos autofrustrantes. Los angustiados se quedan quietos preocupándose por todo, mientras que las personas activas y positivas tienen la necesidad de moverse. El mejor antídoto para la preocupación es la acción.

Sólo los inseguros ansían la seguridad.

La experiencia más hermosa es la de lo misterioso. Esa es la verdadera fuente de todo arte, ciencia, crecimiento, animación y estímulo.

El fracaso no existe. Es simplemente la opinión que alguien tiene sobre cómo deberían ser ciertas cosas. Se trata sólo de no haber logrado el éxito en alguna tarea específica.

Los gatos persiguen a los ratones. Si falla uno, simplemente van detrás de otro. No se quedan echados quejándose porque uno se les escapó, ni tienen un colapso nervioso porque fracasaron.

La seguridad quiere decir saber lo que va a pasar. Nada de riesgos, de excitaciones, nada de desafíos. Significa nada de crecimiento y nada de crecimiento significa la muerte. La seguridad es un mito. La gente rígida nunca crece. Tienen la tendencia a hacer las cosas de la misma manera que las han hecho siempre. ¿Has vivido realmente 10.000 o más días o has vivido un día 10.000 o más veces?

La máxima ¨Nada vale aparte de la perfección¨ podría deletrearse como PARÁLISIS. Perfección quiere decir inmovilidad. Si tienes cánones de perfección nunca tratarás de hacer nada y no harás mucho porque la perfección no es un concepto que se pueda aplicar a los humanos.

El fracaso puede ser productivo, puede servir de incentivo. Nada falla tanto como el éxito, porque no aprendemos nada de él. Lo único que nos sirve para aprender algo es el fracaso. El éxito sólo confirma nuestras supersticiones...

Nada humano te es ajeno. Puedes ser lo que escojas ser.

Recuerda que el miedo al fracaso es a menudo el miedo al ridículo o a la desaprobación.

No tienes que saber hacia dónde vas. Sólo tienes que estar en camino.

No tienes la responsabilidad de hacer feliz a los demás. Los demás se hacen felices a sí mismos. Tu eres el responsable de tus emociones. Nadie puede controlar tus sentimientos, salvo tu mismo.

Una relación que se basa en el amor es una relación en la que cada uno de los miembros le permite al otro ser lo que él quiere, sin expectativas especiales y sin exigencias. Es una asociación simple entre dos personas que se quieren tanto que ninguna de las dos querría que el otro fuese algo que no haya escogido por sí mismo. Es una unión que se basa en la independencia.

El único antídoto para la ira es la eliminación de la frase interna: ¨Sólo si fueras más parecido a mi...¨.

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