¨Defectos¨

La palabra ¨defecto¨ está impregnada de una energía negativa.
Considerar determinadas actitudes como ¨defectuosas¨ es juzgar, es muy subjetivo: tal vez, lo que para mi es un defecto, para otro sea una virtud, y quizás otro no le de importancia.


Somos como somos, aceptar esto es reconocernos humanos. Si la creación nos hizo así, por algo fué.

Una vez Camilo Guerra dió un ejemplo al respecto: Si Jesús se encontrara hoy con un tipo que le diga ¨Yo todos los jueves salgo a matar a una persona, todos los jueves.¨, Jesús le diría ¨Uau! qué constancia! qué hermoso!¨, es decir, vería siempre lo bello, lo bueno de esa cualidad, y no el ¨defecto¨. Claro, que es un ejemplo tirado de los pelos!

Saber observarnos es una herramienta fundamental para comprender.
Por supuesto que, si algo no me gusta de mi puedo asumir un compromiso conmigo misma para modificar. Y si algo no me gusta en el otro, podría decírselo tal vez, pero sin juzgarlo, ni mucho menos, obligarlo o inducirlo a cambiar, o pretenderlo...