jueves, 30 de diciembre de 2010

DESAPEGO



Aceptar y practicar el desapego no es tarea fácil y mucho menos en esta sociedad materialista y consumista, pero no es imposible!
Se trata del desapego a todo, partiendo del punto que nada se tiene: ¨mi amor¨, ¨mi hijo¨, ¨mi vida¨, ¨mi familia¨, ¨mi casa¨, etcétera.
Desapego a los objetos (por más caros que hayan costado, o por más esfuerzo que haya costado trabajar para ganar dinero y lograr adquirirlos); desapego a los seres queridos (cada uno es libre de irse, venir o quedarse, o volver, sin compromisos); desapego al tiempo (ya sea programar, planificar, hacia el futuro -que no existe-, o hacia el pasado -que tampoco existe!-, atándose a los recuerdos, anhelando los viejos tiempos...), desapego a la vida ( ni siquiera disponemos de nuestra propia vida, sólo de nuestra voluntad) ....





¨No hay apego, todo es mundano, comparado con el amor que dios tiene en mi.¨
Nada, de lo que es perecedero, es importante. Puede ser urgente, pero no importante. Puede doler, pero todo es transitorio.



No te apropies, compartí. Donar es Dar. Todo lo que se recibe es para dar.


¨Quien se apega a las cosas se desgasta inútilmente. El que acumula pierde algo. El que se contenta con lo que tiene no cae en desgracia.¨ (Lao Tse)


Nadie es dueño de nadie, nadie es dueño de nada. Con el desapego desaparece la pérdida; no hay nada real que esté amenazado.

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